A diferencia de otros inventos, descubrimientos o avances de la humanidad, en el caso del periódico es muy complejo adjudicar a una sola persona o colectivo la invención de este medio de comunicación. O lo que es lo mismo, no se sabe quién inventó el periódico.

Más bien nació o apareció de “forma natural” como una evolución lógica de los sistemas de comunicación que se venían empleando hasta la fecha de la aparición de los primeros periódicos.

Se puede considerar que el primer periódico o la primera publicación periodística impresa tuvo lugar en Viena en el año 1529. Era una hoja de noticias (también llamados “mercurios”) en la que se solicitaba a los ciudadanos ayuda para poder enfrentarse y derrotar a los turcos, que peligrosamente estaban acechando las puertas de la ciudad imperial.

Más tarde, en 1580 se publicó el primer periódico o diario tal y como lo entendemos en la actualidad. Era el Mercurius Gallobelgicus, que vio la luz en la ciudad alemana de Colonia.

Este periódico sirvió de modelo e inspiración a todos sus predecesores, incluido el que se considera primer periódico inglés: el English Mercurie, creado en el año 1588.

La primera publicación moderna de periodicidad regular apareció en la ciudad belga de Amberes en 1605: el Nieuwe Tijdinghen, iniciativa del impresor Abraham Verhoeven. La idea gustó tanto que fue imitada rápidamente.

Así, en 1609 aparecían en Alemania un par de semanarios: uno publicado en Estrasburgo, el Die Relation aller fürnemmen-und gedenk würdigen Historien, en cuyo número 37 se hablaba de un invento de la época: el telescopio de Galileo.

En 1611 ya existía en Londres una oficina de mensajes periódicos. Más tarde La Gazette, del francés Teofrasto Renaud, institucionalizó este tipo de servicio.

El periódico inglés Mercurius Britannicus de 1632 fue el primer periódico en ser censurado por la autoridad, que prohibía publicar noticias extranjeras en sus páginas. Hubo una querella que ganó la prensa en 1641, aboliéndose la sorprendente prohibición inglesa de imprimir noticias alusivas a países extranjeros: el juez falló de la siguiente manera: “La libertad de prensa es nuestra libertad.

 

Muchos años después, en Argentina, el primer periódico fue La Gazeta de Buenos Ayres, fundada el 2 de junio de 1810 por la Primera Junta de Gobierno (primer gobierno patrio de la Argentina), mediante un decreto que establecía que «el pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes«. Su primer número apareció el jueves 7 de ese mes, fecha que luego fue elegida como el Día del Periodista por el Primer Congreso Nacional de Periodistas celebrado en Córdoba en 1938.

La Gazeta publicaba las resoluciones oficiales, decretos y otros documentos oficiales, ofrecía noticias de actualidad tanto del extranjero como locales y contenía también los ideales del gobierno.

Su lema era la frase «Tiempos de rara felicidad,/son/ aquellos en los cuales se puede sentir lo que se desea y es lícito decirlo«, del historiador romano Cornelio Tácito.

En su primera edición se afirmó:

«¿Por qué se han de ocultar a las Provincias sus medidas relativas a solidar su unión, bajo nuevo sistema? ¿Por qué se les ha de tener ignorantes de las noticias prósperas o adversas que manifiesten el sucesivo estado de la Península?… Para el logro de tan justos deseos ha resuelto la Junta que salga a la luz un nuevo periódico semanal, con el título de la Gaceta de Buenos Aires».

Mariano Moreno, Gaceta de Buenos Aires del 07 de junio de 1810.

El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes, y el honor de éstos se interesa en que todos conozcan la execración con quien miran aquellas reservas y misterios inventados por el poder para cubrir sus delitos. El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien, debe aspirar a que nunca puedan obrar mal. Para logro de tan justos deseos ha resulto la Junta que salga a la luz un nuevo periódico semanal con el título de Gazeta de Buenos Aires.»

La Gazeta tuvo un rol decisivo en la formación de opinión de la sociedad. A través de la misma, Moreno enfatizaba dos postulados democráticos: la libertad de pensamiento y la publicidad de los actos de gobierno. Durante los días festivos y después de oficiada la misa su lectura fue declarada obligatoria para los curas hacia sus feligreses.

Desapareció el 12 de septiembre de 1821, cuando Bernardino Rivadavia decidió sustituirla por el Registro Oficial.

 

 

Fuentes:

Historia del periódico

Wikipedia

Libro «La comunicación a través de la historia» de María Verónica de Haro de San Mateo.