La trama de puntos es un método creado para la reproducción de las imágenes de tonos medios. El tramado es el proceso a través del cual se descompone una imagen en puntos de diferentes tamaños y ubicado de forma estratégica para conseguir una sensación de tono.
En el siglo XIX las ilustraciones para los libros se hacían en madera, a la aguada y a lápiz, y se grababan a mano, por lo que fue un gran avance la posibilidad de reproducir fotografías e imágenes con distintos niveles de luces y sombras.
Fue un descubrimiento del ilustrador e impresor norteamericano Benjamín Day (1838-1916), quien desarrolló este método para reproducir las luces y sombras de una imagen fotográfica en sus impresos. Hacia 1878, Benjamin Day inventó un método para colorear dibujos que posteriormente se conoció en todo el mundo con el nombre de “Método de sombreado rápido de Ben-Day”. Estas gradaciones de color en líneas y texturas eran las diferentes partes de una imagen concebidas como secciones perfiladas que podían rellenarse con pequeñas formas geométricas regulares.
En las décadas de los ’50s y ’60s del siglo pasado este sistema se instala de forma definitiva en la industria gráfica a través de las revistas de cómics impresas en papel de pulpa que usaron puntos “ben-day” (acrónimo de su creador) para crear colores y sombreados intermedios de una manera “económica” al utilizar la misma tinta solida en otros lugares de la ilustración.
La técnica actual de tramas consiste en puntos de tamaño variable entre el 1% y el 99%, que dependen de las líneas por pulgada o LPI (line per inch). Los ángulos varían para cada color, generando una roseta.
La cantidad de LPI se conoce como lineatura o frecuencia de trama, y definirán el grado de detalle de la ilustración; ya que, cuantos más puntos por pulgada lineal presente una trama, más fina será y permitirá reproducir con más detalle, además de dar sensación de un tono continuo.
Las tonalidades (sombras, luces, medios tonos) están dadas por el cambio en el tamaño del punto variable entre el 1% y el 99%.
Cuanto más fina es la trama, mayor es el número de puntos y menos distancia queda entre ellos. Lo que nos dará una mayor definición en la impresión.
Referente a los tonos, cuanto más oscuros sean, generan puntos más grandes, mientas que las zonas de altas luces contienen puntos más pequeños. Pero la distancia entre los puntos no se varía.
Gracias a esta técnica creamos una apariencia de tono continuo dónde en realidad sólo existe cuatro tonos de tintas de impresión (Cian, Magenta, Amarillo y Negro) además del color dado por el soporte.
En impresión de cuatricromía (CMYK), generalmente el ángulo de trama de cada color varía 30º, evitando en la medida de lo posible la superposición de los puntos y la aparición de unas ilusiones ópticas llamadas “moiré”.
Y con solo cuatro colores, podemos crear todos.
Fuente: https://graphitisimpresores.es/trama-de-puntos/